Las regiones semiáridas de América Latina son regiones con una importante biodiversidad y reservas de bosque nativo, con una gran capacidad de adaptación ecológica y en las que viven unos 55 millones de personas. La diversidad de grupos sociales que habitan las regiones semiáridas han creado formas de vida y de producción que permiten relaciones respetuosas y sostenibles con la naturaleza y convierten a estas regiones en protagonistas de los procesos de resiliencia.
Se trata de comunidades tradicionales, pueblos indígenas, campesinos y agricultores familiares que llevan generaciones desarrollando experiencias de convivencia con las condiciones semiáridas. Sus pueblos están familiarizados con los efectos de la sequía y han acumulado estrategias de gestión de riesgos y de gestión adaptada de los recursos naturales e hídricos, así como conocimientos e innovaciones que pueden servir a otros territorios del mundo.
A pesar de enfrentarse a graves efectos del cambio climático y de ser especialmente susceptibles a la desertificación, las regiones semiáridas de América Latina no reciben suficiente atención en los debates internacionales y la mayoría de las acciones de restauración y adaptación siguen centrándose en los bosques tropicales. La lucha contra la desertificación debe tener a las comunidades rurales y sus modos de vida en el centro del debate. Una herramienta fundamental para lograr la resiliencia climática, restaurar los ecosistemas semiáridos y conservar la biodiversidad es garantizar que las comunidades tengan acceso a la tierra y al agua y puedan desarrollar sus vidas en estas regiones.
Por ello, la defensa del territorio y el acceso al agua son los principales retos que comparten estas regiones para alcanzar la neutralidad en la degradación de la tierra, tal y como propone la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Las tecnologías sociales y las innovaciones campesinas son clave en los procesos de conservación de la vegetación autóctona, recuperación del suelo, mitigación de los efectos de la sequía y garantía de mejores condiciones de vida para los 55 millones de personas que viven allí.
La Plataforma del Semiárido de América Latina es una red de organizaciones sociales que luchan por garantizar los derechos y el acceso a los recursos naturales de los pueblos de la región semiárida, reivindicando el trabajo territorial, el potencial de desarrollo del territorio y la construcción de políticas y propuestas técnicas para reducir el hambre y la pobreza. Esta iniciativa nació en el seno de la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC), que promueve la integración regional a través del intercambio de conocimientos e innovaciones campesinas de diferentes territorios semiáridos.
En consonancia con los principios de la CNULD, la Plataforma pretende promover la coexistencia sostenible con las regiones semiáridas mediante la movilización social, la incidencia política y la promoción de la agroecología.