31 años de muchas semillas plantadas

Eduardo Amorim y Rosa Sampaio

El Centro Sabiá nació en un momento en que se hablaba poco de muchas de las cuestiones que ahora se debaten en los foros internacionales más importantes. En estos 31 años, queremos recordar a los pioneros de la agroforestería en Pernambuco, las ferias agroecológicas, los profesores y formadores que desarrollaron nuestras metodologías y a un periodista que escribía para Dois Dedos de Prosa desde antes de que se formalizaran el nombre y el estatuto de nuestra organización.

Tenemos mucho que construir, pero sólo hemos llegado hasta aquí porque personas como Jones Severino, Vanderlucia Maria da Silva, Aurenice Lima y Leozina Barbosa nos enseñaron a luchar con una sonrisa en la cara y alegría en el corazón. Antes de estar seguros de los efectos del cambio climático o de tener el valor de enfrentarnos a algunos de los retos que se interponen en nuestro camino, conocimos a personas que nos inspiran hasta el día de hoy.

Vanderlucia Maria da Silva
Miembro fundador del Centro Sabiá, Vanderlucia fue periodista, crítica de la concentración de medios en grandes redes, defensora de la comunicación popular, madre y siguió defendiendo los derechos humanos y un mundo mejor hasta el día de su partida. Vanderlucia estaba encantada, ¡pero seguía luchando!

Nuestra biblioteca en la sede honra cariñosamente a Vanderlucia, y tiene una pegatina en la entrada recordando a cada persona que ha pasado por el nido de Sabiá. Los nombres estampados en la puerta nos recuerdan la importancia de cada persona en la transformación de tantas vidas hasta ahora.

«Durante la pandemia, soñamos que queríamos reactivar la biblioteca para que la gente pudiera acceder a ella, porque es un patrimonio no sólo del Centro Sabiá[…] La biblioteca lleva el nombre de Vanderlucia, que trajo la comunicación a Sabiá, desde la perspectiva en la que creemos, una comunicación que humaniza a las personas. La comunicación de Sabiá está en el centro de nuestra acción». Carlos Magno, nuestro Coordinador de Movilización Social, lo destacó durante la inauguración del espacio.

Jones Severino Pereira
Casi todos los residentes de Recife que pasaron por el mercado Gracias de la red Espaço Agroecológico en sus dos primeras décadas recordarán a Seu Jones. Tenía un chiste para cada cliente. Si la sazón de Lenir Pereira marcó la construcción de ese espacio, su buen humor dio otro sabor a la agroecología. Pero más que agricultor y comerciante, era también maestro.

Algunos recordarán que la Estrada das Ubaias es una calle que se asemeja a una planta de la Mata Atlántica, otros que el açaí fue traído a Pernambuco por un profesional de Sabiá que había estado en el Amazonas. De todos los árboles que ha plantado el Sr. Jones, incluida la propia Red de Espacios Agroecológicos, quizá el amor por transmitir conocimientos sobre agroforestería haya sido el más fructífero.

Sí, merece muchos honores, como el nombramiento de la Escuela Agroforestal Jones Severino Pereira. En 2022, con el apoyo de la organización alemana MISEREOR, el Centro de Sabiá puso en marcha la primera edición de la Escuela Agroforestal Jones Severino Pereira, en homenaje al agricultor fallecido en 2017 por su legado.

La acción tuvo lugar en tres regiones del estado, el Sertão, Agreste y Zona da Mata Sul, formando a cerca de 90 agricultores en seis clases con 15 participantes cada una, además de invitados como algunos socios de las regiones y familias de otros proyectos con áreas agroforestales ya consolidadas.

Un elemento didáctico importante del curso es el diálogo pedagógico entre teoría y práctica, el intercambio de experiencias entre agricultores y el uso de herramientas pedagógicas como el «Triángulo de la Vida», la estratificación de especies, la sucesión ecológica en el tiempo y el espacio. La escuela favorece las metodologías participativas, con debates basados en la «acción-reflexión-acción transformadora» de Paulo Freire.

Leozina Barbosa y Aurenice Lima
Paulo Freire fue también la inspiración de una de las iniciativas más recientes apoyadas por el Centro Sabiá. Las voluntarias Leozina Barbosa y Aurenice Lima, profesoras de la UPE y de la UFPE respectivamente, estaban encantadas con la propuesta de la Escuela Marias de Agricultura Urbana y Periurbana, pero también preocupadas por la dificultad que encontraban algunos alumnos que no sabían leer ni escribir.

No queriendo quedarse quietas, propusieron una iniciativa que comenzó este mes de julio: un curso de alfabetización para las agricultoras de Horta Dandara. Fruto de la visita a la sede de un grupo de profesores, movilizados por uno de los donantes habituales del Centro Sabiá, la iniciativa entusiasma a Aurenice: «Primero, trabajan en el huerto que construyeron y conservan. Luego vienen a dar clases de alfabetización conmigo. Ésa es exactamente la razón por la que me formé como profesora».

A pesar de ser una organización social creada hace 31 años, el Centro Sabiá sigue sorprendiéndose con iniciativas que nos hacen repensar lo que hacemos y nos conmueven a todos, como la iniciativa de los profesores de la UPE y de la UFPE. «Las Marías, amas de casa que viven en las afueras de Olinda, han ocupado tierras improductivas, han vivido inundaciones y han criado así a sus hijos. No tuvieron la oportunidad de estudiar y hoy, cuando tienen más de 50 años, pueden hacerlo en la Biblioteca del Criadero de Peixinhos», resume Aurenice.

¿Quieres hacer un donativo al Centro Sabiá? ¡Averigua cómo puedes contribuir!

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