El reto de las nuevas administraciones municipales con la soberanía y la seguridad alimentarias
Por Sônia Lucena Nutricionista, profesora y vicepresidenta del Centro Sabiá
Las elecciones municipales son de gran importancia para la población, porque en el municipio es donde ocurre todo. En el contexto político actual, estas elecciones son fundamentales para la democracia brasileña. Los 5.565 municipios de Brasil ya han elegido a los alcaldes y concejales que se encargarán de elaborar las leyes y las políticas públicas que se aplicarán en los próximos años.
A los nuevos representantes municipales les esperan muchos retos en el próximo mandato, entre ellos intensificar los compromisos existentes e iniciar nuevas acciones en defensa del medio ambiente y del clima, que deben ser prioritarias. Con la velocidad del cambio climático, es esencial la acción permanente de las tres esferas de gobierno y de la población, pues de lo contrario no se podrán revertir los daños ya causados.
Otro reto importante es la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN). Desde 2003, Brasil viene formulando políticas en este ámbito, como la creación del Sistema Nacional de Soberanía y Seguridad Alimentaria, que hasta 2015 animó a los estados y municipios a crear sus propias estrategias de SAN. Estas acciones se interrumpieron en los dos gobiernos federales anteriores, pero se reanudaron en 2023 debido a la urgencia de hacer frente a la Inseguridad Alimentaria y Nutricional (InSAN ), y en consecuencia al hambre, especialmente tras la pandemia del Covid-19.
No es un reto fácil de afrontar; hay mucha resistencia por parte de los gestores municipales a unirse al sistema y asumir la responsabilidad de elaborar políticas y planes locales para hacer frente al hambre. El estado de Pernambuco tiene 185 municipios y sólo 25 se han adherido al Sistema Estatal de Seguridad Alimentaria, es decir, sólo el 13% del total.
Según la Ley 11.346 de 2006, la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional se define como la realización del derecho universal al acceso regular y permanente a alimentos de calidad en cantidad suficiente, sin comprometer el acceso a otras necesidades esenciales. Este concepto se basa en prácticas alimentarias que promuevan la salud, respeten la diversidad cultural y sean sostenibles desde el punto de vista medioambiental, económico, social y cultural.
La noción de SAN forma parte del derecho de todo ciudadano a estar seguro en relación con la alimentación y la nutrición en términos de suficiencia (protección contra el hambre y la malnutrición), calidad (prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación) y adecuación (adecuación a las circunstancias sociales, medioambientales y culturales). Se considera que una alimentación es adecuada cuando, además de ser equilibrada desde el punto de vista nutricional, contribuye a la formación de seres humanos sanos y conscientes de sus derechos y deberes y de su responsabilidad para con el medio ambiente y la calidad de vida de las personas a su cargo (SALLES-COSTA et al).
Esperar que estas acciones provengan sólo del gobierno federal, sin la participación efectiva de los municipios, es tener la certeza de que, además de requerir mucho más tiempo para lograr resultados positivos, no se garantizará la cobertura universal. No hay otro camino que la amplia participación de la sociedad civil a través de sus organizaciones, su presencia en los consejos de políticas públicas y su contribución permanente a través del cabildeo sistemático en la formulación y seguimiento de las políticas de SAN.
Consulta:
BRASIL. «Ley n.º 11.346, de 15 de septiembre de 2006. Crea el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional – Sisan con vistas a garantizar el derecho humano a una alimentación adecuada y dicta otras disposiciones», Brasilia, 2006.
SALLES-COSTA, Rosana et al. Sistemas alimentarios, hambre e inseguridad alimentaria en Brasil. Río de Janeiro: Fiocruz, 2022.
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