Pandemia, EAD y educación en el campo: la lucha de la juventud rural por el acceso gratuito a la educación

Felicia Panta
Joven Multiplicador de Agroecología y estudiante de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal Rural de Pernambuco (UFRPE)

Foto: Ana Mendes / Colección Sabiá Center

Con el avance de la pandemia y la paralización de las actividades presenciales, la educación a distancia se ha consolidado como una forma de continuar la docencia. Sin embargo, en estos dos años aún persisten algunos desafíos para que esta forma de enseñanza llegue de manera democrática a quienes están en el campo.

Datos de Hogares TIC muestran que al menos 46 millones de brasileños no tienen acceso a internet, el valor de los paquetes y la falta de dispositivos que hacen la conexión son los factores que más contribuyen para este número elevado. Mirando al campo, al menos el 47% de las familias no tienen acceso a redes.

Partiendo de esta premisa, se destacan las dificultades que encuentran los jóvenes estudiantes rurales para participar en las clases y acceder a los materiales. La lejanía del polo urbano y de las escuelas que tienen acceso a internet imposibilita la circulación de estos jóvenes, y en este contexto reaparece el fantasma de la deserción escolar. Además de la falta de acceso y dispositivos para muchos estudiantes, pocos docentes tuvieron la oportunidad de realizar capacitaciones y familiarizarse con las nuevas herramientas, lo que dificulta todo.

Las dificultades de la educación rural no es una agenda nueva, simplemente tomó nuevas formas, y la educación a distancia evidenció estas disparidades. Sin embargo, es necesario tener una mirada más precisa a la educación en el campo, los jóvenes rurales necesitan tener las mismas oportunidades de formación que tienen tantos otros jóvenes, y para ello se deben crear caminos, diálogos y ambientes que hagan de esta acceso más fácil, justo e igualitario.

La educación es un derecho y debe ser garantizado sin diferencia ni dificultad. No podemos permitir que se niegue otro derecho, necesitamos creer y defender una educación que respete las diferencias y no limite a ningún individuo. Por una educación gratuita para todos, todas y todos.

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