El Centro Sabiá y el ISA incluyen el bioma de la Caatinga en la agenda de la COP30
Por Rosa Sampaio
Periodista del Centro Sabiá
Del 1 al 4 de octubre de 2025, la región semiárida de Pernambuco fue escenario de la Semana del Clima de la Caatinga, un evento inspirado en semanas del clima como la de Nueva York, organizado por el Centro Sabiá y el Instituto Socioambiental (ISA), con el objetivo de situar el bioma en la agenda climática mundial.
Para Carlos Magno de Morais, uno de los coordinadores del Centro Sabiá, la Semana del Clima de Caatinga consiguió movilizar a diversos actores en favor del bioma. «El evento consiguió ofrecer una agenda objetiva para el bioma. El evento termina aquí, la actividad, pero el debate sobre el clima de la Caatinga continuará, incluso en distintos espacios, ya sea en la Conferencia sobre el Clima o en la Conferencia sobre Desertificación», afirma Carlos Magno.
Se recorrieron más de 400 kilómetros en siete municipios y unos 500 participantes tomaron parte en sesiones plenarias y visitas a experiencias en los territorios. Investigadores, representantes gubernamentales y de la sociedad civil, activistas y comunicadores conocieron las experiencias de convivencia con la región semiárida y las demandas y desafíos de los agricultores familiares, indígenas y quilombolas de la región.
El primer día del evento asistieron los enviados de la COP Janja Lula da Silva (Mujeres), Jurema Werneck (Igualdad Racial y Periferias) y Denise Dora (Derechos Humanos y Transición Justa).
A primera hora de la mañana, los delegados, junto con el Ministro de la Secretaría General de la Presidencia de la República, Márcio Macedo, y el coordinador de la movilización social, Carlos Magno de Morais, participaron en una rueda de prensa con todos los medios de comunicación locales y con quienes habían seguido el evento. Poco después, la delegación visitó la experiencia de la Asociación de Mujeres de la Agricultura Familiar de Sítio Carneirinho.
Por la tarde, los delegados celebraron la sesión plenaria Voces del Bioma hacia la COP30, una iniciativa que forma parte del ciclo de audiencias nacionales preparatorias de la 30ª Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que se celebrará en Belém (PA) del 10 al 21 de noviembre.
Por el camino, los participantes conocieron experiencias rurales de adaptación climática en territorios de agricultura familiar agroecológica, asentamientos de reforma agraria y comunidades indígenas y quilombolas.
En cada lugar hay historias de resistencia, ya sean mujeres redescubriendo la agricultura en el Sítio Carneirinho; el impacto de la crisis climática en la producción de tubérculos en el Serrote dos Bois (ambas experiencias en Caruaru); o tecnologías sociales para convivir con la región semiárida como soluciones de adaptación climática en el Sítio Caruá en Vertentes.
El debate sobre una transición energética justa también estuvo presente durante la visita a la Escola dos Ventos (Escuela de los Vientos), una iniciativa de agricultores e investigadores del municipio de Caetés para hacer frente a los grandes proyectos de energía eólica en la región. En Jucati, destacó la resistencia en red de los intercambios de semillas y conocimientos entre agricultores familiares, organizaciones sociales y técnicos rurales, que trabajan juntos para defender la continuidad de las semillas criollas. La lucha por la justicia climática también estuvo presente en los traspatios productores de alimentos de las mujeres de los quilombos de Estivas y Castainho, en Garanhuns, y en la pedagogía del encantamiento para regenerar la Caatinga del pueblo Xukuru do Ororubá, en Pesqueira.
A lo largo de las visitas, los habitantes de la Caatinga hablaron de los retos y amenazas que se ciernen sobre el bioma, como la agroindustria y la ganadería, los parques de energías renovables, la minería y la sucesión rural amenazada por la industria textil.
La última sesión plenaria de la Jornada del Semiárido reunió el sábado (4) a representantes indígenas y quilombolas en el Parque Nacional Vale do Catimbau, en Buíque. Entre rituales y poderosos discursos, los pueblos de la Caatinga cerraron el acto con una mezcla de denuncias y celebraciones, abrazando las luchas y la resistencia del Semiárido brasileño.
Lula, hijo de la Caatinga – Durante el evento, el Presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un vídeo que se proyectó en la sesión plenaria final, en el que saludaba a los participantes en el evento, destacando la importancia del bioma y recordando también que él es hijo de la Caatinga brasileña. Lula destacó el bioma como un importante centro de tecnologías y soluciones sociales para hacer frente a la crisis climática.
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